Como mujer y madre y como millones más de ellas y de colombianos seguimos conmovidos por el escalofriante y repudiable asesinato de Sofía Delgado, en Candelaria, Valle, por un desalmado abusador de menores que estaba en libertad por vencimiento de términos. Este execrable crimen, otro más contra nuestra niñez, no puede quedar en las repetidas expresiones de indignación social y en el clamor de justicia, que debe haber.
Y es que esta tragedia no es particular de una familia. Se extiende diariamente por el país. De acuerdo con Medicina Legal, entre enero y agosto se informó de 375 homicidios de menores en el país. Casi dos víctimas diarias. Para no mencionar que en este mismo periodo del año se registraron 5.256 casos de violencia interpersonal. Y 11.871 exámenes médicos de presunto abuso sexual. ¡Terrible!
Por eso, pedimos a las distintas autoridades actuar con eficacia y prontitud para que los culpables enfrenten las consecuencias y castigos, que deben ser ejemplares. Debemos enviar un mensaje claro a éstos barbaros y a la sociedad sobre que esta violencia no la vamos a tolerar. Que se responderácon urgencia, firmeza y mano dura. ¡No más dejar vencer los términos a imputados! ¡No más que reine la impunidad!
Es hora de proteger la vida e integridad de los niños y niñas; de acabar el blablablá; de que prevalezcan los ‘derechos’ y beneficios de los victimarios. Nos unimos al rechazo a la propuesta en la reforma a la justicia de rebaja de penas, actualmente prohibida en la Ley 1098 de 2006, para concederlas en los preacuerdos y negociaciones en delitos graves como elsecuestro, homicidio y los crímenes contra la libertad e integridad sexual. ¡Qué tal la burla a las víctimas, a las familias y al país!
Al contrario, lo que comunidad reclama es una justicia robusta, más eficiente y contundente. En ese sentido, no compartimos la pena de muerte, por varias, razones, principalmente religiosas. Estoy de acuerdo con la cadena perpetua revisable para esos delincuentes. Pediré a nuestro Partido Conservador insistir en este proyecto de ley que abanderamos en el pasado, 2020, pero, lamentablemente no pasó la revisión de la Corte Constitucional.
Tengo la esperanza que, ante las horribles agresiones, el Congreso elimine el artículo 7 que concede rebajas punitivas, como en buena hora ya lo pidieron 120 congresistas, y abramos nuevamente el debate de la cadena perpetua para los violadores y asesinos de nuestros niños. Ellos deben saber que no están solos.