¿Cuando depreden totalmente los recursos naturales a dónde vamos a llevar a los turistas? Colombia está sufriendo cambios drásticos en su desarrollo al darle prioridad a la minería y olvidar que podríamos ser una potencia turística. La minería lo único que está dejando es desolación, resequedad de suelos, riqueza hacia otras latitudes, enfermedades, contaminación, entre otros. Se habla degeneración de empleo pero es más un sofisma de distracción; es cierto que las empresas que explotan los recursos naturales dan algunas oportunidades laborales pero estás son ínfimas frente a las reales necesidades. Por lo general, alrededor de la explotación minera siempre hay pobreza. Mientras las bondades del turismo son infinitas. A través del desarrollo turístico se podría preservar el medio ambiente y realizar importantes emprendimientos que beneficien más a la región. El turismo puede convertirse en el apalancamiento de la economía, pero se ha cedido frente a las gestiones de los grandes explotadores de los recursos naturales. Escuchar hablar siquiera de exploración en un páramo colombiano suena mal, muy mal. Tan sólo la exploración (sin mencionar aún la explotación) es ya una tragedia ambiental, porque este solo hecho indica el afán de encontrar viabilidad a solicitudes inmersas en una telaraña de intereses económicos de toda especie. Los páramos deberían gozarse y protegerse como fábricas de agua. En estos sitios debería promoverse, con el cuidado del caso, el turismo ecológico donde se concientice a las personas sobre la riqueza que debemos preservar para esta y las futuras generaciones. Los presidentes de las grandes compañías mineras quizás nunca han estado en un páramo, y no saben lo que es experimentar el suave rocío que humedece la piel y respirar el saludable olor verde húmedo de nuestras montañas. Hay qué cambiar la balanza y darle prioridad a lo ambiental; pero ésta no es una tarea fácil por el arraigo que tiene ya el sector minero; convencer al Gobierno Nacional y a los congresistas que presten más atención a los elementos ambientales para volvernos una economía turística, no es algo atractivo. Sin embargo, hay qué insistir en este propósito. Elaborar una retrospectiva de cuánto valen los recursos naturales que nos han extraído en los últimos treinta años y cuál ha sido el beneficio para el Departamento. Igualmente hacer una prospectiva de lo que podría ser el turismo y hacer el balance propuesto Turismo vs. Minería. ramiromunoz@live.com