Un exoplaneta, Kepler 37b, el primero de menor tamaño que el más pequeño de los planetas de nuestro sistema solar, Mercurio, fue descubierto gracias al satélite estadounidense Kepler. Un exoplaneta, Kepler 37b, el primero de menor tamaño que el más pequeño de los planetas de nuestro sistema solar, Mercurio, fue descubierto gracias al satélite estadounidense Kepler. Este fue detectado, junto con otros dos planetas extrasolares, en órbita alrededor de una estrella bautizada Kepler-37, según el artículo publicado por el equipo de Thomas Barclay (Centro de Investigación Ames de la NASA, California). Dos de esos tres planetas, entre ellos Kepler 37b, que giran en torno de Kepler-37 son más pequeños que la Tierra y el tercero es dos veces mayor que nuestro planeta. Lanzado en marzo de 2009, Kepler identifica los exoplanetas potenciales observando permanentemente los cambios de luminosidad de más de 150.000 estrellas situadas en las constelaciones de Cygnus (Cisne) y Lyra. Su misión es buscar planetas hermanos de la Tierra susceptibles de albergar vida. Hasta hace poco, los investigadores solamente podían detectar los exoplanetas más grandes. En diciembre de 2011 anunciaron el descubrimiento de los dos exoplanetas más pequeños hasta el momento detectados, con dimensiones similares a las de la Tierra. El descubrimiento anunciado este miércoles en Nature transpone ese límite, dado que Kepler-37b, que gira en 13 días alrededor de su estrella, es más pequeño que cualquiera de los planetas de nuestro sistema y está más cerca de su sol. La temperatura en la superficie de Kepler-37b podría superar los 400 grados Celsius, según los astrónomos. Estiman que probablemente se trate de un planeta rocoso, sin atmósfera ni agua, parecido a Mercurio, y por lo tanto inhabitable. Desde el descubrimiento del primer exoplaneta en 1995, más de 800 planetas en órbita alrededor de otras estrellas que el Sol fueron descubiertos.