Alberto Nacavera, de 21 años de edad, murió en el interior de un bus que cubría la ruta Mocoa-Pitalito. Según el padre de la víctima, su hijo iba rumbo a Villavicencio en busca de ayuda, porque al parecer le habían realizado un ‘brujería’.
En investigación se encuentra la muerte de un joven de 21 años de edad, quien falleció en el interior de un bus de servicio público que cubría la ruta Mocoa-Pitalito.
La muerte del joven se produjo de forma inminente, mientras iba en compañía de un allegado, al parecer con destino al Valle de Laboyos, para luego tomar rumbo hacia Villavicencio.
Según versiones oficiales, un retén de la Policía en el sector de Aguda Dulce, zona rural de Pitalito, detuvo la marcha del bus, para un procedimiento de rutina; cuando varios uniformados ingresaron al automotor, se percatan que uno de los pasajeros se encontraba sin signos vitales, por lo que es necesario hacer devolver el vehículo hasta el terminal del municipio más cercano.
La víctima, perteneciente a un cabildo indígena en Risaralda, se encontraba en el vecino departamento del Putumayo, desde donde salió al parecer, en busca de ayuda al presentar varios quebrantos de salud.
¿Brujería?
Ante la noticia de la muerte de Alberto Nacavera Guasiruma, el progenitor llegó hasta el territorio huilense para realizar los trámites correspondientes para la reclamación del cuerpo de su hijo.
Adicionalmente, el señor argumentó que, su hijo venía padeciendo algunos quebrantos de salud, asociados con una supuesta brujería.
“La muerte de él se produce por un mal espiritual que le hicieron, nosotros pertenecemos a un cabildo indígena, y él iba rumbo a Villavicencio en busca de ayuda, porque llevaba cinco días sin comer, venía muy mal, porque le hicieron brujería”, puntualizó Efrén Antonio Nacavera.
De momento, el dictamen de Medicina Legal argumenta que la causa de la muerte del ciudadano se produjo de forma natural; sin embargo, ante la versión del familiar, todo hace parte del proceso de investigación.