Nayib Bukele, quien asumió hace más de un mes como presidente de El Salvador por segunda vez, es un mandatario que genera polémica por sus políticas que rayan con la violación de los derechos humanos de los salvadoreños. Una de ellas es la política de seguridad que, al amparo de perseguir y encarcelar pandilleros, ha violado los derechos de otros ciudadanos que sin ninguna justificación han sido detenidos y sometidos a procesos poco claros.
Sin embargo, al margen de que este niño rico desafié los principios democráticos y se comporte como un dictador con “aura de demócrata”, hay que una acción que ha emprendido contra las mafias empresariales que, según él, han encarecido el costo de vida de los salvadoreños, y merece ser estudiada por otros países como Colombia. Pues, bien. Este presidente salvadoreño ha ordenado una serie de investigaciones en contra de cadenas de supermercados que han subido los precios de muchos productos de la canasta familiar sin ninguna justificación.
El objetivo de esta acción es “combatir la especulación y garantizar la capacidad adquisitiva de la población”. Y miren una cosa: ni los medios de comunicación que son opositores del gobierno de Gustavo Petro, como Caracol y RCN, ni el uribismo no han dicho nada sobre esta medida del Presidente de El Salvador. ¿Por qué? Porque eso es lo que puede estar pasando también en Colombia, que el alza desmedida en los precios de muchos productos de la canasta familiar puede obedecer a la especulación que ejercen los intermediarios y las cadenas de supermercados. Pero aquí eso no se investiga, acá lo único que sirve es “echarle toda la culpa al Gobierno”.
Pues el gobierno colombiano debería hacer esa tarea: iniciar fuertes medidas de investigación contra las mafias empresariales y de especuladores que ejercen el control y subida de precios, y han encarecido el costo de vida de los colombianos. El mismo José Félix Lafaurie, presidente de Fedegan y de derecha, ya hace un tiempo viene diciendo que los intermediarios de la carne, esos especuladores, son como gallinazos que se devoran el bolsillo de los consumidores. Y eso pasa hasta con la energía, pues ya está demostrado que el precio de la energía que se compra en bolsa es un robo que se hace en contra de los colombianos. Y cuando el Gobierno ha intentado intervenir a esas mafias, lo que han hecho, incluso desde las altas cortes, es maniatarlo, trancarlo. No se dejen engañar, bájense de esa nube donde los tienen, el alza de los precios de los alimentos no es culpa del Gobierno, sino de mafias. ¿O no existen?