En diferentes espacios concernientes a la defensa de los Derechos Humanos en el Huila, es común apreciar a un grupo de personas que instalan retablos de madera con el retrato de sus familiares y exigen justicia. Se trata de la Galería de la Memoria, un ejercicio realizado por familiares de víctimas del genocidio contra la Unión Patriótica (UP), para no dejar que la maleza del olvido ahogue los casos de desapariciones, asesinatos u otras violaciones a los Derechos Humanos, de los que fueron víctimas sus allegados.
Paola Medina Charry, integrante de la Coordinación de Víctimas de la Unión Patriótica en el Huila y hermana del desaparecido líder estudiantil, Tarcisio Medina Charry, encabeza en el departamento el trabajo denominado Galería de la Memoria. Consiste en un ejercicio en el que se agrupan familiares de quienes fueron desaparecidos o asesinados por pertenecer a dicho movimiento, para no dejar que la maraña del olvido los convierta en una cifra más.
Van de un lado a otro con retablos de fotografías de sus familiares desaparecidos, participan en eventos de conmemoración de las víctimas del conflicto armado, hacen capacitaciones psicológicas y jurídicas y seguimiento a los casos de sus familiares, así hayan pasado décadas desde su desaparición.
“Como todos sabemos, en 1984 el presidente Belisario Betancur hizo un acercamiento con la guerrilla de las Farc y en medio de eso, antes de hacer el proceso de diálogo, les dijo que viniera un grupo de ellos y parte de ese grupo hoy está en La Habana. Ellos se desmovilizaron y vinieron a trabajar la parte de hacer política y ahí es donde organizan la gente y nace la Unión Patriótica, proceso que en su inicio fue apoyado por estudiantes, campesinos, sindicalistas, amas de casa, como hoy en día, la diferencia es que acá no han armado el grupo político”.
“Entonces nuestros familiares comenzaron a hacer parte de ese grupo político y comenzó la arremetida, porque ya en el año 85 hubo elecciones de alcaldías y la Unión Patriótica arrasó en muchos municipios a nivel nacional y en algunos del Huila. Cuando quienes habían sido delegados de las Farc vieron que no habían garantías, tomaron otra vez sus armas y se fueron al monte, dejando a la sociedad civil frenteando el proceso de UP. Ahí se rompieron los lazos con ellos que fueron quienes nos crearon, pero dejaron solo el proceso”.
“Y comienzan las víctimas, a ser desaparecidos o asesinados. Gente que ni siquiera era tan notable en la UP, pero que resultaron muertos por sólo decir que concordaban con el ideario de este movimiento. Parte de esas víctimas son las que tenemos en este proceso de memoria viva que estamos reconstruyendo en el Huila”, explicó Paola Medina Charry.
Nace la galería
Tras experimentar las primeras desapariciones y violaciones de los Derechos Humanos, empezó la conformación de lo que hoy es conocido como la Galería de la Memoria.
“El proceso de la Galería de la Memoria nace desde el año 1988, cuando un grupo de familiares víctimas de desaparición forzada se conocen, se reúnen y comienzan en medio de ese proceso de dolor que era la pérdida de esos familiares que no encontraban, a reunir sus fotografías para hacer esa historia de quiénes eran ellos desde su parte familiar, como personas, padres, esposos e hijos. Se logra el contacto a nivel nacional con una organización que venía de la mano con ese proceso que se dio en Argentina con las madres y las abuelas de la Plaza de Mayo”.
“Y nace ese proceso de memoria, de recopilar las historias de vida de nuestros familiares. Empezamos con los casos de desaparición forzada en el Huila y nos dimos cuenta de otra similitud que había entre las familias y era que la mayoría hacíamos parte de la Unión Patriótica. Se comienzan a hacer otros contactos y en 1994 se da el acercamiento con la Corporación para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, Reiniciar, una ONG con la que se presentó una demanda a nivel internacional para lograr el esclarecimiento de los casos específicamente del genocidio de la Unión Patriótica”.
“A la par siguió avanzando en Neiva ese proceso de recuperación de la memoria de nuestros familiares, ya no sólo desaparecidos, sino también asesinados. Empezamos a visitar los municipios, a recopilar y documentar la historia de todas estas víctimas que existían en ese momento, que no estaban teniendo la posibilidad de acceder a la justicia porque no se nos reconocía como víctimas y desde allí nace lo que hoy se conoce como nuestro trabajo”, agregó Paola Medina Charry.
Propósito
Tal como se mencionaba, en la galería se aprecian los rostros de quienes pertenecieron a la UP y fueron desaparecidos o violentados. El propósito, no dejarlos en el olvido, pero también mostrar que eran personas normales.
“Este proceso de memoria viva es en principio la recopilación de las fotos. Muchas de estas víctimas son de la época de los 80 y 90. Recopilamos esas fotos, las retocamos, las organizamos con cada familiar y les preguntamos a sus allegados cómo era su hijo o esposo desaparecido. Ha sido un proceso de demostrarle a la sociedad en general que nuestras familias eran iguales y que tenían mucha similitud con sus familias”.
Paola Charry Medina, integrante de la Coordinación de Víctimas de la Unión Patriótica en el Huila y hermana del desaparecido líder estudiantil, Tarcisio Medina Charry.
“Que mi hermano era un estudiante y que en sus familias también hay hijos que estudian, que también tienen ideales de ver una Colombia diferente, con sensibilidad social y encontrar la similitud con mucha gente ha sido nuestro principal punto de apoyo; recopilar las historias de estas personas y aclararle a la gente que nuestros desaparecidos no eran delincuentes, ni ladrones, ni asesinos. Que eran personas del común, que simplemente su diferencia con muchos otros es que pensaban diferente y lo decían abiertamente. Esa es la recuperación de memoria que hemos hecho”, manifestó Medina Charry.
Sin apoyo
La integrante de la Coordinación de Víctimas de la Unión Patriótica en el Huila enfatizó que el trabajo que realizan con la Galería de la Memoria es individual y poco apoyado, pero aún así continúan adelante.
“Casos documentados de víctimas del genocidio contra la Unión Patriótica en el Huila tenemos 350, pero para nosotros no sólo son víctimas los asesinados o desaparecidos, son víctimas también quienes han sufrido un atentado, mujeres que han sido violadas, hombres y mujeres que han sido desplazados por tener unos ideales y para nosotros hoy en día son sobrevivientes de todo este proceso”.
“Realizar este trabajo es muy difícil porque quienes trabajamos con víctimas no contamos con recursos del Estado, es difícil tratar de que aporten para mandar a hacer por ejemplo uno de los retablos con que visibilizamos a nuestros desaparecidos. Todo es con cooperación internacional y en el caso de nuestra galería es con recursos propios, porque no tenemos financiación”.
“Hoy se habla de la Ley 1448, la Ley de Víctimas y en ella hay capítulos específicos donde habla de tener que hacer procesos de memoria y hay un día para las víctimas donde participamos, pero a nosotros ni la Alcaldía ni la Gobernación nos ayudan en absolutamente nada. Ha habido espacios como el del 9 de abril para conmemorar el Día de las Víctimas, donde nos dejan por fuera de los eventos de conmemoración y allí sólo aparecen las autoridades, pero a nosotros no nos dejan participar, dicen que por motivos de seguridad”, explicó Medina Charry.
Espacio integral
En medio de las adversidades que afrontan, el proceso de la Galería de la Memoria se constituye en un espacio integral, donde las víctimas reciben apoyo y acompañamiento psicológico y jurídico.
“Parte del proceso de lo que es memoria viva viene de la mano con lo que son procesos de capacitación con las víctimas a nivel psicológico, jurídico y eso nos ha permitido fortalecer el grupo como tal, en no dejar morir la historia, que es lo que a veces uno piensa y se encuentra con gente en el camino que fue víctima y que no les interesa trabajar para que no haya impunidad”.
El proceso de la Galería de la Memoria se constituye en un espacio integral, donde las víctimas reciben apoyo y acompañamiento psicológico y jurídico.
“Dentro de la galería hay víctimas que no han sido propiamente desaparecidas de la UP, han sido víctimas de delincuencia común, de la misma guerrilla y uno saca la foto de estas personas y sus familiares nos reclaman, dicen que ya los muertos están, no van a volver y no les interesa recordarlos. Esa es la diferencia con nosotros que sí estamos organizados y hemos tenido ese proceso”.
“Para nosotros estas fotos son demasiado valiosas y son muy valiosas las historias, como es demasiado valioso el hecho de no dejar olvidar lo que ocurrió no sólo en el Huila, sino en Colombia, con un proceso como fue el de la UP, con una historia de nuestros familiares desaparecidos o violentados por pensar distinto”, mencionó Paola Medina Charry.
Lo que esperan
Y aunque su trabajo ya casi completa las tres décadas y no en todos los casos se sabe la verdad, en el proceso de la Galería de la Memoria aguardan por el momento en que se haga justicia por sus desaparecidos.
“En el caso de nuestros desaparecidos, guardamos la esperanza de que nos digan qué pasó con ellos, dónde están, por qué razón se los llevaron. Hay expectativas de recuperar los restos óseos de estas personas. La pelea siempre la hemos dado solos, no tenemos defensores por parte del Estado ni de la guerrilla. No hay quién se refiera al genocidio de la UP y se tome como un punto destacado en las negociaciones actuales. Y no es una cosa menor, en Colombia fueron 4.000 casos de asesinados o desaparecidos de la UP, 350 en el Huila y quién habla de ello hoy”.
“Nosotros con proceso o sin proceso de paz seguimos haciendo nuestros trabajo. En este momento estamos esperando que la Corte Interamericana dé una resolución para aclarar nuestros casos, donde le exija al Estado resolver nuestras situaciones. A nivel de Colombia no esperamos nada y con la situación de La Habana estamos ahí a la espera de cómo termina todo esto, pero no creemos que allí se vayan a reparar a todas las víctimas; nosotros seguiremos con nuestro trabajo, lo que nos importa es no dejar nuestra historia en el olvido”, expresó Paola Medina Charry.
Proceso de paz
Frente a los actuales diálogos de paz que se adelantan entre el Gobierno Nacional y representantes de las Farc, los integrantes de la Galería de la Memoria también tienen sus apreciaciones.
“Cualquier posibilidad de mermar el conflicto armado es bienvenida y la apoyamos, pero tenemos la claridad de que esa no es la solución definitiva a la situación que vive Colombia. Esa es una pequeña parte de que las Farc o el Eln se desmovilicen, pero la situación es mucho más de fondo y para que en Colombia exista realmente la paz hay que cambiar una serie de situaciones que pasan diariamente en este país”.
“Si los colombianos no tenemos acceso a la seguridad social, empleo, educación de calidad y si no hay la posibilidad de acabar con la corrupción, la injusticia y la desigualdad, todo eso va a seguir afectando y cultivando la violencia. Es una problemática de fondo, no es sólo el conflicto armado, es también el conflicto social”, comentó Charry.