Hace unos años el llamado Parque del Amor y la Amistad entró en crisis, su poca iluminación, la maleza que se apropió del lugar y habitantes de la calle que lo convirtieron en dormitorio, generando miedo en la comunidad, sepultaron el también llamado Parque de los Novios.
Sin embargo, en 2012 con más de 400 millones de pesos el parque fue remodelado, un hermoso diseño le dio una cara nueva, el sitio se convirtió en un punto de encuentro y diversión para niños, jóvenes y adultos gracias a las distintas actividades que se hacían en el lugar.
Al Parque Leesburg acudían cientos de neivanos, actividades como ciclovías, juegos infantiles, máquinas biosaludables hacían que el lugar fuera atractivo y de un ambiente familiar.
EL PARQUE DE HOY
Al pasar por el sector se puede observar que al parque poco a poco lo han ido olvidando; hoy los rodaderos de la zona infantil presentan rupturas que hacen que los pequeños que allí acuden, corran peligro; las máquinas biosaludables muy pocas personas las utilizan debido al mal estado en que se encuentran, la naturaleza ha crecido y lo que eran unas florecidas zonas verdes hoy les abunda la maleza.
“En este momento el parque está un poco abandonado, los jardines están enmontados, la iluminación es pésima, hay pocos reflectores, la zona de juego no tiene luz”, relató Adriana María Chicué, visitante del parque.
A pesar del funcionamiento del puesto policial, los visitantes del parque procuran no recurrir de noche al lugar por la oscuridad que presenta.
Los vendedores formales e informales del sector deben cerrar sus ventas temprano por la nula presencia de adultos y niños después de las 6 de la tarde.
Para ellos sus ventas han disminuido notoriamente, los raspados, helados, obleas, chorizos y demás han debido trasladarse a otros lugares para vender sus productos.
“Acá ya no se vende casi nada, a veces nos quedamos con todo lo que traemos a vender”, narró Jaime Sanchez, vendedor del sector.
La comunidad está de acuerdo en decir que la oscuridad en el parque en horas de la noche se presta para consumir alucinógenos o para que las parejas hagan públicas sus demostraciones de cariño.
“La iluminación también es poca, hay mucha parte oscura que se presta para que vengan a hacer otras cosas”, argumentó Luis Alberto Medina, visitante del parque.
PRONTA SOLUCIÓN
No es desconocido que al parque acuden habitantes de otros barrios o comunas, es por eso que toda la comunidad exige que se tomen medidas contundentes frente a la problemática social y ambiental del parque.
Las medidas rápidas que requiere son que cuente con una buena iluminación, que sus juegos infantiles tengan sus piezas aptas para los niños y que las zonas verdes reflorezcan para que los neivanos vuelvan a disfrutar del maravilloso parque Leesburg.
LA NACIÓN oye a la gente
Gisela Jiménez
“Básicamente nosotros venimos al parque los fines de semana a pasear el perro. Lo principal que le hace falta al parque es la iluminación, hay también mucha inseguridad, mantiene muy sucio”.
Luis Alberto Medina
“Cuando recién lo inauguraron estaba muy bonito pero hoy en día está prácticamente abandonado porque la limpieza que requiere no se la hacen, por ejemplo, la podada de la maleza, las máquinas para hacer ejercicio están deterioradas porque no les realizan el mantenimiento”.
Las zonas verdes se ha llenado de maleza y no hay quien haga sus arreglos pertinentes.
Los grandes agujeros en los rodaderos ponen a los niños en riesgo de sufrir una lesión.