La Universidad Surcolombiana y la Fundación Universitaria Navarra serán las encargadas de velar por la observancia y la transparencia dentro de la implementación de los procesos de elección del personero de Neiva y del contralor del Departamento del Huila. Así lo anunciaron en días pasados las directivas de ambas instituciones de educación superior, en el marco de las eventuales escogencias que se avecinan, una vez se dé el cambio de mandatarios locales, el próximo primero de enero.
Un sinfín de especulaciones surgieron casi de inmediato a los mentados anuncios. Las principales críticas se encuentran direccionadas hacia la USCO, pues para el concepto de algunos, la universidad no tendría las facultades requeridas para implementar la correspondiente veeduría, argumento que fue enérgicamente refutado por el rector de dicha institución, Pedro Reyes Gaspar.
Sin atender mucho a los murmullos que puedan presentarse (siempre los habrán), lo cierto es que el hecho de que dos universidades de la región (tan distantes como pueden estar la una de la otra en muchos aspectos) sean las encargadas de garantizar la transparencia de unas elecciones tan importantes, pues denota un avance hacia la apropiación misma que se tiene de los recursos académicos y administrativos del departamento, un punto que debemos rescatar día tras día.
Mientras que la USCO deberá enfrentar un reto de tamaño mayúsculo, dadas las muy acentuadas críticas que han hecho algunos sectores del país sobre la posibilidad de que las elecciones de personeros sean un total fraude politiquero, la UNINAVARRA, quien se ofreció de manera única y voluntaria a acompañar la elección del contralor departamental, podrá de ésta forma demostrar a la opinión pública que día tras día avanza hacia un crecimiento considerable, serio y apropiado.
No habrá sino que esperar que la Surcolombiana demuestre con decoro, como lo ha hecho tantas veces, el por qué ostenta el título de ser la institución de educación superior más importante del departamento y del sur del país. Mientras que la Navarra, cuya Facultad de Derecho apenas inicia su camino, podrá seguir acreditando su nombre y reputación.
Amplias expectativas tenemos los huilenses de que el acompañamiento de la academia a los principales acontecimientos políticos y administrativos del departamento sea cada vez más importante y contundente. Debemos recordar que el Huila estará iniciando próximamente un sendero de cambios y transformaciones institucionales y culturales, las cuales se verán interrelacionadas con el ideal de promover una intensificación de los valores educativos, y la importancia que éstos tienen.
Amanecerá y veremos. De todas formas, y a pesar de lo que se diga, aún se pretenden bastantes intereses externos que pujarán por los puestos de personero y contralor. El reto es demostrar que somos capaces de promover orden, idoneidad y transparencia.