La semana anterior el país vivió un acontecimiento sobrecogedor: el senador Uribe hizo un llamadoa la resistencia civil en contra del proceso de Paz, por considerarlo un acuerdo para la impunidad. Colombia es el único país del mundo donde se hace una campaña para que la guerra continúe, con el agravante que sea un ex presidente y hoy senador de la república, quien lidere e incite a la ciudadanía a la desobediencia civil, oponiéndose a la única posibilidad que tiene el país de lograr la firma de algo tan significativo como es el proceso de paz y acabar con una guerra de más de 50 años, que hasta la fecha ha dejado más de 220 mil muertos, 6 millones de desplazados y un sin número de desaparecidos. Resulta inaceptable, incoherente e irresponsable seguir apoyando la guerra, pero para quienes conocemos el prontuario de Uribe Vélez no nos sorprende; sabemos que es un hombre guerrerista, resentido y además populista, quien hace campaña con el patrocinio de la guerra y consigue votos con el derramamiento de sangre de nuestros compatriotas. Basta solo con echar un vistazo atrás y darnos cuenta que desde que inicio el proceso de Paz ha sido el mayor opositor: en los últimos cuatro años Uribe y su bancada han realizado un sin número de acciones y procedimientos en contra de la Paz, entre ellos, dos marchas ciudadanas donde el enfoque fundamental fue el rechazo a los acuerdos de la Habana, varios debates en el congreso nacional exponiendo su posición y criterio frente al mismo, una serie de visitas y reuniones en varios países con embajadores, representantes del congreso y altos diplomáticos buscando apoyo internacional en contra de dicho proceso. Se han dedicado a hacer una campaña de desprestigio y de desinformación al pueblo Colombiano pues no es un secreto, que esa oposición férrea al proceso es debido a los dudosos vínculos y su simpatía por las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) más conocidos como paramilitares. Cabe recordar que en los ocho años de gobierno de Uribe ésta estructura paramilitar logró infiltrase y tener incidencia en la mayoría de instituciones del estado y ahora con este llamado a la resistencia civil, lo que hace es enviarles un mensaje claro y conciso de continuidad a la guerra y a su reorganización para que vuelvan a su actuar delictivo y continúen con los actos de barbarie cometidos a lo largo de la historia, no en vano son consideradas una de las organizaciones al margen de la ley más sanguinarias del planeta.