La Universidad Surcolombiana es ejemplo a nivel nacional luego de anunciar su maestría en Conflicto, Territorio y Cultura, con cupos y becas para los integrantes de esta guerrilla que ha depuesto las armas y se está reintegrando a la vida civil, ha sido llamada una de las universidades para la paz.
De esta manera inicialmente se darán tres becas a los jefes de las Farc ubicados en las zonas veredales del sur del país, estas personas podrán estudiar totalmente gratis en el alma mater en un claro ejemplo de reconciliación, paz y educación en el país.
Los beneficiados son Ramiro Durán, quien ejerció como uno de los comandantes del Bloque Sur y era el encargado de la organización de masas, actualmente se encuentra en la zona veredal La Carmelita, en Putumayo; Federico Montes, cuyo rol fue político en la organización guerrillera y ahora se encuentra en la zona de transición La Montañita, en Caquetá; y Daneiro Santamaría, comandante que pasa los últimos días en las Farc en la zona veredal de San Vicente del Caguán.
“Ellos entrarían a estudiar ciencia política en un pregrado y van a tomar clases en la maestría y se homologará. Obtendrían dos títulos y lo sacarían en dos años o dos años y medio. Los excombatientes ya realizaron estudios de educación superior en algunas universidades de Bogotá, pero no los terminaron”, explicó el profesor William Torres, director de la maestría en entrevista con el Periódico EL COLOMBIANO.
Esto se logró gracias al trabajo articulado de la Usco con la Agencia para la Reincorporación y Normalización que anteriormente se llamaba Agencia Colombiana para la Reintegración. El Consejo Académico le dio el visto bueno con la aclaración de que solo aspirarán los jefes políticos, nadie más, ahora hoy se espera su aprobación en un debate dentro del mismo.
Se espera que estos jefes guerrilleros aporten todas sus ideas, conocimientos y experiencias vividas para enriquecer de primera mano esta maestría, ese sería uno de los objetivos principales, ya que muchos de ellos llevan décadas en el conflicto armado que llegó a su fin con el proceso de paz.
Este hecho abriría las puertas a nuevas vinculaciones de guerrilleros, para que luego de saldar las cuentas pendientes con la justicia, retomen sus estudios y puedan realizar carreras profesionales como cualquier persona del común, así puedan reintegrarse a la vida social.
* Con información del Periódico EL COLOMBIANO.