La Nación
Según expertos, la restauración del hábitat podría tardar de 30 a 50 años.
TEMA DEL DÍA

Varias décadas tardará en recuperarse el hábitat quemado

Los múltiples incendios de cobertura vegetal que han consumido más de 18 mil hectáreas han causado un irreparable impacto ambiental, perjudicando la biodiversidad, la tierra y el aire. Según expertos, la restauración podría tardar de 30 a 50 años, dependiendo los ecosistemas afectados y priorizados. Los incendios en el Huila ya empiezan a controlarse.

Johan Eduardo Rojas López

johan.rojas@lanacion.com.co

Durante varios días el Huila ha sido consumido por conflagraciones. Esto ha afectado la biodiversidad, la tierra y el aire de la región. Son más de 18 mil hectáreas que perdieron su verde natural y se convirtieron en terrenos baldíos, que tomarán años restaurar. Algunos expertos advierten que el proceso es lento.

Para Osiris Peralta Ardila, profesional especializada de la Subdirección de Regulación y Calidad Ambiental de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM, desafortunadamente la situación crítica genera un impacto importante por el área que se ha venido afectando, para lo cual se encuentran haciendo la cuantificación. Sin embargo, aún no se tiene un último reporte porque todavía existen varios incendios activos.

“Todos los incendios traen como consecuencia afectación a la biodiversidad; aquí de acuerdo a la caracterización preliminar que hemos hecho, la mayoría corresponden a área de pastizales, cultivos, bosques de galería y en general el ecosistema que se está afectando es el de bosque seco tropical que cada vez se va perdiendo más a nivel nacional y mundial. Precisamente es uno de los ecosistemas más amenazados y frágiles porque donde está presente las condiciones climáticas se han acentuado y eso conlleva directamente a la afectación tanto de la fauna y la flora”, explicó Peralta Ardila.

Pérdida de la estructura del ecosistema

Mencionó que, una vez culminen las actividades de control de las conflagraciones, habría que evaluar cuáles serían las condiciones de restauración y cuáles áreas podrían ser susceptibles, porque muchas posiblemente retornarían a su condición de productividad rápidamente, mientras que otras, como bosque de galería o seco tropical tardarán más tiempo para recuperarse.

Ahora bien, con estas calamidades públicas, se va perdiendo la estructura y composición del ecosistema, habida cuenta que, empiezan a desaparecer algunas especies y entonces se vuelven “casi como bosques homogéneos de ciertas especies que van a predominar”.

Desde luego esto conlleva a la afectación de la fauna y de otra flora “no maderable asociada a las especie”, porque es una interrelación. De allí la necesidad de ayudar en procesos de restauración para que haya predominancia de muchas especies y no de pocas.

No volverá a ser lo mismo

Bajo esta lógica, la única realidad es que no volverá a ser lo mismo porque también se va perdiendo la productividad de los suelos y, al final del tiempo con tantas malas prácticas, se van volviendo tierras ‘estériles’.

“Una vez controlados los incendios, con un equipo de profesionales, tendremos que hacer visitas de campo, valorar, caracterizar, cuantificar áreas, identificar especies tanto de flora como de fauna, cruzar una matriz y la suma de todo determinará aproximadamente cual es el daño, para ahí si mirar las acciones a desarrollar. Lo que es importante decir es que priorizaríamos áreas de importancia ambiental que se hayan afectado”, concluyó.

En esa medida, la fauna va volviendo a recuperar sus hábitats. Mientras tanto, las especies animales se resguardan en viviendas aledañas o se trasladan a otros ecosistemas.

Te puede interesar: “Esperamos que pronto pase esta horrible noche”

Daño invaluable

Alexa de León Segura, fundadora de Siembratón Opita, aclaró que la situación actual es una realidad que se ha venido manifestando en diversos entornos, y en el Huila, más que todo para estas épocas del año. Según la experta, son pérdidas invaluables que desafortunadamente requiere de tiempo por la cantidad de tierra consumida.

“Siempre hay que preservar la vegetación y los forestales que hay, más no volver a restaurarlo porque no es lo mismo preservar que restaurar. Entonces siempre es preservar los que ya están, más no volver a sembrar. Las actividades forestales están en unir fuerzas”, aclaró.

A su vez, el ingeniero ambiental Andrés Felipe Rojas Rodríguez, señaló que, esto ha afectado ecosistemas estratégicos donde se encuentran fuentes hídricas y la producción del agua en el Huila.

Precisó así que “restaurar todo este ecosistema tardaría entre 30 y 50 años aproximadamente. Lo primero que se debería hacer es empezar a planificar acciones para prevenir incendios a futuro, además de empezar a hacer una dotación a las comunidades organizadas que podrían ser preparadas para responder en caso de una conflagración. Adicional, empezar el proceso de restauración ecológica con siembra de especies adecuadas para el ecosistema y realizar mejoramiento de suelo que queda inerte, mediante compostaje. Si es necesario se podría hacer repoblamiento de especies”.

¿Qué debe hacerse?

La congresista Leyla Marleny Rincón Trujillo, comentó que los incendios forestales no solo destruyen la biodiversidad, sino que también afectan el suelo, la calidad del aire por la liberación de gas carbónico y la disminución de producción de oxígeno cuya fuente es la vegetación.

“Es preciso recuperar la información de la composición del ecosistema, trabajo que se debe hacer con los lugareños, la academia y consultas bibliográficas. A partir de la información, definir un plan de acción que tenga fuentes de financiamiento articulado con instituciones, organizaciones, sociedad civil. Considero que es un reto que debemos de asumir los huilenses para que nos permita conocer el territorio”, afirmó la representante a la Cámara por el Huila.

Incendios controlados

El último informe entregado por la Gobernación del Huila evidenció que se empezaron a controlar las conflagraciones en varios municipios. Hoy el departamento amanece con cuatro incendios de cobertura vegetal activos, uno en Aipe, dos en Neiva y uno en El Agrado.  En Palermo, todos fueron controlados, al igual que en Rivera, Villavieja y Campoalegre. A la fecha, durante el 2024 se han consumido 18.546 hectáreas en 35 municipios, durante 546 eventos.

El gobernador del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera, confirmó anoche dos helicópteros más para contrarrestar los incendios presentados en el departamento, información que la UNGRD le indicó en Sala de Crisis para la Gestión del Riesgo de Desastres.  “A pesar de que hay un parte alentador y se ha avanzado en la tarea contra los eventos de incendios de capa vegetal, no se puede bajar la guardia, continuará el trabajo arduo”, se informó.