Vejez digna

Francamente justa, pertinente y saludable la medida anunciada por el Gobierno Nacional de estructurar un mecanismo de protección para la vejez que otorga beneficios económicos a colombianos que no tienen derecho a pensión. Francamente justa, pertinente y saludable la medida anunciada por el Gobierno Nacional de estructurar un mecanismo de protección para la vejez que otorga beneficios económicos a colombianos que no tienen derecho a pensión. En momentos en que se discute a fondo la inequidad y el desequilibrio de las insultantes y exorbitantes pensiones que unos pocos colombianos privilegiados reciben, con altísimo costo para el presupuesto nacional y en abierto desafío al Estado Social de Derecho, es apenas adecuado que se anuncie un beneficio mínimo para más de 7 millones de ancianos que, habiendo laborado toda su vida en diversos campos pero con acceso parcial al sistema de seguridad social, hoy están muchos de ellos desprotegidos y a la buena de Dios para su manutención elemental. Los llamados por el Gobierno Beneficios Económicos Periódicos (Beps), son un mecanismo de protección para la vejez destinado a personas de escasos recursos económicos que habiendo llegado a la edad de pensión (inicialmente 55 años en mujeres y 60 en hombres), no cumplan con los requisitos para acceder a la misma. Son innumerables los casos de colombianos que, habiendo accedido a algún sistema de ahorro pensional y hecho parte de la base esencial del desarrollo, progreso y sostenimiento del país, laborando algunos más de 50 años ininterrumpidos, muchos desde su misma infancia, no están jubilados. Así se les ve hoy a muchos abandonados por sus familias, deambulando solitarios, en precarias condiciones de salud y requiriendo el auxilio lastimero de una sociedad que los ha ido excluyendo, aislando, echando a un lado cual seres indeseables y condenando al ostracismo y a la mendicidad infame. El auxilio como ha dicho el anuncio oficial, les permitirá a estos colombianos beneficiarse hasta su muerte con el pago de una suma de dinero de hasta el 85 por ciento del salario mínimo mensual, dependiendo de si pudieron ahorrar en algún sistema pensional. Se trata de un mecanismo para beneficiar a millones de trabajadores colombianos que devengan menos de un salario mínimo o para aquellos cuyos ingresos no les permiten cotizar para obtener una pensión cuando lleguen a la edad de jubilación. Sin embargo, queda coja la estrategia considerando que, por ahora, sólo podrán acceder a este procedimiento aquellos que antes ya tuvieron la oportunidad de acceder a un fondo pensional, sea el antiguo del Seguro Social o de cualquiera otra entidad estatal, o de un privado pero no alcanzaron a cubrir lo necesario para jubilarse. Los demás, que nunca pudieron siquiera afiliarse a algún régimen, seguirán segregados y fuera de toda posibilidad de recibir algo de este Estado del que hicieron parte, contribuyeron de muchas maneras, incluso lo defendieron mediante el servicio militar por ejemplo, aportaron impuestos, sudor y lágrimas pero poco o nada se les ha retribuido. Esa enorme deuda con estos abuelos seguirá impagada. Con este modelo de protección se hace justicia. La otra deuda que también se pagará es el subsidio para quienes hayan sido madres comunitarias, que también podrán aspirar a una pensión. “Esa enorme deuda con estos abuelos seguirá impagada. Con este modelo de protección se hace justicia”. EDITORIALITO La meta impuesta por el presidente Santos a las autoridades para erradicar los expendios de alucinógenos, en 60 días, es sin duda, un desafío. Y más cuando, según la misma Policía, en Neiva funcionan 37 ‘ollas’.