Entre la zozobra y desolación se encuentran los familiares de Didier Mauricio Yaime Borrero, un vendedor de pescado que salió a trabajar el pasado 2 de marzo y nunca volvió. Hoy casi 40 días después siguen en la búsqueda de al menos una sola pista que les dé luz de su paradero. La desaparición tuvo lugar en San Andrés, Tello, zona de influencia de las disidencias de las Farc.
Johan Eduardo Rojas López
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Los días, horas, minutos y segundos más largos están viviendo los familiares de un vendedor de pescado que desapareció hace más de un mes en el municipio de Tello, en el norte del Huila, y aún hoy no hay rastro de su paradero. Mientras el tiempo avanza, las esperanzas de encontrarlo con vida disminuyen. Todo esto pasó en un territorio en el que Yaime Borrero era muy conocido y de hecho estaba ‘carnetizado’.
El hombre, de 40 años de edad, comerciante de pescado, tenía como plaza la zona rural de Tello, donde hoy en día las disidencias de las Farc hacen presencia y ‘carnetizaron’ a los habitantes. Diariamente recorría las veredas del municipio ofreciendo su producto y al caer la noche se devolvía para Neiva, especialmente al barrio Mirador del Norte, en donde residía con su familia.
Según los habitantes del sector, Yaime Borrero, fue visto por última vez en el centro poblado de San Andrés y aunque todos se unieron en la búsqueda, una razón frenó las acciones, pues algunos habitantes insistieron en abandonar el lugar debido a presuntas amenazas de grupos armados de manera ilegal.
Una espera ‘agonizante’
Alba Yulieth Losada Ospina, esposa del desaparecido, indicó que, a la fecha no han conocido nada por parte de las autoridades más que “toca tener paciencia y seguir esperando”. Contó que la última vez que lo vio fue precisamente ese sábado 2 de marzo a las 5 de la mañana cuando se fue a trabajar y aunque siempre llegaba al caer la tarde, ese día, no fue así y desde ahí la espera ha sido interminable.
“Yo me percaté inmediatamente porque nunca pasaba eso. A él a veces se le descargaba el celular o se varaba, pero siempre intentaba avisar, entonces, cuando ya dio la medianoche, sentí en mi interior que algo le había pasado porque él nunca hace eso. Yo enseguida llamé a un familiar de él porque los papás son de ese lugar y empezaron a averiguar y dijeron que sí lo habían visto subir, pero jamás lo vieron salir. Ya a las 6 de la mañana me comuniqué con el hermano para alertarlo de que algo había pasado y empezamos la búsqueda”, narró la mujer.
Fue así como ese mismo lunes la familia del comerciante se dirigió a la zona donde supuestamente lo habían visto por última vez, pero no encontraron nada. Al siguiente día volvieron a buscar información, pero nada pasaba.
Unos guantes, su sombrero, la parrilla de la moto y las neveras de icopor donde llevaba el pescado para vender, fueron los últimos elementos que encontraron. “Eso ya es selva prácticamente. El último día que estuvimos allá el presidente de la zona nos dijo que lo mejor, por el orden público, es que nos saliéramos de allá y nos fuéramos y hasta la fecha no hemos vuelto. Al igual que la búsqueda de los miembros de juntas de acción comunal también se paró porque no podían hacer nada más. No se podía buscar más, ni nada”, dijo.
Una ‘carga’ aparte del dolor
A pesar del dolor y la incertidumbre que se los ‘devora’ diariamente, Alba Yulieth ha tenido que ‘disfrazarse’ de felicidad y conseguir el sustento diario para sus dos hijos de 5 y 10 años que constantemente preguntan por su padre. Al igual que los otros 3 hijos que tuvo con su primera mujer, dos mayores de edad y otra de 17 años.
“La verdad no ha sido fácil porque me ha tocado difícil. Gracias a Dios tengo trabajo, pero he sido fuerte, me ha tocado ponerme una ‘armadura’ frente a mi familia y seguir trabajando y haciéndome cargo del hogar. Nosotros no hemos recibido ninguna llamada sospechosa, ni nada”, precisó.
Entre rumores
Agradece a las autoridades competentes que han estado pendiente del caso, pese a que no han ido al lugar y, según ella, es completamente entendible por la situación de violencia que atraviesa ese municipio.
“Hasta el momento todo son rumores que desconocemos porque todo queda ahí. Unos han dicho que lo mataron, otros que está vivo y retenido. Además, también han dicho que lo vieron vendiéndole pescado al Ejército Nacional y al ser una zona peligrosa, eso le pudo haber costado la vida. Entonces no sabemos y no queremos hacer caso a esos rumores”, concluyó.
Un llamado cargado de dolor
Por su parte, Luz Mary Yaime Borrero, hermana del desaparecido, aseguró estar bastante expectante de la situación, pues como es lógico espera conocer la razón de la desaparición y tienen la esperanza de que en algún momento él pueda aparecer con vida.
“No tenemos ningún tipo de respuesta concreta, le pedimos a Dios que mi hermano aparezca sano y salvo. Uno se desespera sin poder hacer mucho. Yo me siento desprotegida porque a otros casos le dan mucha celeridad y exposición y a otros no, no entiendo porque no se tiene ni una pista si se supone que ellos están preparados para eso, para ir a buscarlos. No sé qué pasa sinceramente y sé que no solo es mi hermano, sino muchas personas más que están a esta hora desaparecidas, pero yo la verdad, solo pido que estas personas estén sanas y bien y que pronto tengamos noticias de ellos”, enfatizó.
Según su familia, él nunca expresó estar preocupado o tener alguna actitud que diera a lugar alguna pista, por tanto, les piden a los huilenses no olvidarse de los rostros de aquellos desaparecidos y si tienen información, brindarla enseguida para acabar con la zozobra y frustración que los invade y hoy los ‘quiebra’.
Dos misteriosas líneas investigativas
Como este proceso investigativo se encuentra en etapa de indagación y tiene reserva no existe un pronunciamiento oficial sobre el avance de la misma. Sin embargo, LA NACIÓN, conoció de manera extraoficial que este caso está priorizado, tiene un fiscal y un grupo de investigadores especializados por su temática. Es decir que el caso está en desarrollo continuo de actividades investigativas porque es priorizado por el tipo de delitos.
Bajo esta lógica, se estarían planteando dos líneas de investigaciones, una relacionada con las disidencias de las Farc y otra que sigue siendo un misterio debido a que se podría poner en sobreaviso a los investigados.
El secretario de Gobierno y Desarrollo Comunitario, Edgar Martin Lara, indicó que requirieron a la Fuerza Pública la información de esta investigación que será expuesta en un consejo de seguridad que se desarrollará el próximo 15 de abril. La idea es poder plantear la estrategia idónea frente a este caso y determinar si es necesario un incentivo económico de recompensa.
LA NACIÓN se comunicó con el alcalde de Tello, Fernando Alipio Solano Gómez, para saber desde la institucionalidad como se ha apoyado este caso, pero infortunadamente hasta el cierre de la edición no hubo respuesta y según los familiares poco ha sido el apoyo.
