A pocas horas de la posesión presidencial en Venezuela prevista para este viernes más de uno está royéndose las uñas y mientras la ONU pide evitar más represión, Maduro llena con militares los alrededores del Palacio Legislativo y el de Miraflores y confirma varias decenas de ciudadanos colombianos, estadounidenses y de otros 15 países detenidos por supuestos actos desestabilizadores. Además, Diosdado Cabello -Ministro de Interior y verdadero poder detrás del trono- reitera que detendrá al electo Edmundo González Urrutia “si pone un pie en Venezuela” y a Corina Machado, a quien acusa de recibir recursos ilícitos incluidas organizaciones vinculadas al narcotráfico y el “narco-paramilitarismo colombiano” con Iván Duque y Álvaro Uribe como responsables de apoyar las actividades opositoras.
Por su parte, el electo Edmundo González Urrutia acelera su gira internacional buscando apoyos para reforzar su legitimidad y llamando a las Fuerzas Armadas a hacer respetar la voluntad popular. Simultáneamente Corina Machado exhorta que “la única manera de ser libres es vencer el miedo. Y si a mí me pasa algo la instrucción es muy clara, nadie va a negociar la libertad de Venezuela por mi libertad”, mientras Diosdado Cabello enfatiza “Este 10 de enero se juramenta Nicolás Maduro para el período presidencial 2025-2031 como establece nuestra Constitución”.
Al tiempo la oposición prepara 100 horas de manifestaciones públicas respaldando la posesión de Edmundo González reconocido por Estados Unidos y varios países como presidente electo de Venezuela y sobre quien pesa una recompensa de 100.000 dólares por información que logre su captura.
Ahora… ¿Se atrevería Maduro a detener a Corina Machado y Edmundo González? Depende de muchos factores como presión internacional, situación interna venezolana y estrategias políticas del gobierno madurista. Indudablemente, cualquier acción contra ellos podría tener severas repercusiones tanto nacionales como internacionales.
A pocas horas lo más probable es que Maduro tome posesión. De lo contrario se requerirían negociaciones políticas que aseguren su salida pacífica y la de sus aliados, o de un rompimiento entre quienes sostienen ese gobierno. Nada de lo que vemos hoy parece ser parte del tinglado.
En Colombia se debate sobre la actitud de Petro de no haber reconocido la victoria de Edmundo González, decisión más política que jurídica mientras pocos países han confirmado su asistencia al evento, algunos aliados regionales estratégicos del régimen como Colombia, México y Brasil al igual que Rusia.
Finalmente, nueve expresidentes, incluido el desacreditado Andrés Pastrana heredero de otro fraude buscando reencaucharse anuncian su presencia en Venezuela en la posesión de González Urrutia pero Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea nacional, pidió: “Si no tienen permiso y entran, tripulación y pasajeros tienen que ser tratados como una fuerza extranjera y ser tratados como tal”.
¿Habrá dos posesiones? Lo más complicado comienza mañana.