En Neiva y el Huila se corre el riesgo de perder la figura de la oposición en la Asamblea y el Concejo de la capital. En menos de 15 días los opitas escogerán a su alcalde de la ciudad principal y al gobernador y los eventuales segundos, difícilmente accederían al premio de consolación. Si Rodrigo Villalba se convierte en gobernador que, según las encuestas sería lo más probable-, Rodrigo Lara no aceptaría la Asamblea del Huila. Después de ser candidato vicepresidencial de Federico Gutiérrez y alcalde de Neiva, no aceptaría la derrota sentado en una curul de la Duma. Lara es de proyección más larga y lo veo más en las salas de cirugía unos meses para buscar el Senado en dos años. Si la historia es al revés y el cirujano de tórax gana y Villalba obtiene el segundo lugar, tampoco lo visualizo cerrando su ciclo político aguantando debates sosos, interminables y aburridos en la Asamblea. La única que la aceptaría, eventualmente, es Sandra Hernández, al menos durante unos meses cuando se lance a la Cámara y busque arrebatarle a Jaime Felipe Losada su nuevo intento por llegar al Congreso. El problema es que la curul de la oposición no se puede ceder al tercero o al cuarto y lo más probable, según los más recientes sondeos de opinión, es que se pierda. Por los lados de la Alcaldía de Neiva, el escenario sería igual, aunque menos complicado. Una eventual derrota de Germán Casagua, sí lo llevaría a ocupar la curul de oposición en el Concejo, tal como ocurrió en el período de Gorky Muñoz. No tendría otra alternativa política para seguir vivo. Algunos creen que es casi imposible que pierda, pienso lo mismo, pero habrá que esperar. No olviden que Carlos Arturo Giraldo le ganó en menos de 15 días las elecciones a Martha Médina a la Alcaldía de Pitalito. Las encuestas- en su momento- le sonreían a la exdirectora del Icbf. Si el segundo lugar es de Héctor Javier Osorio, también es casi imposible verlo en el Concejo de Neiva. Fue congresista, alcalde de Neiva y tiene vuelo largo para sentarse a lanzar críticas a Casagua o a cualquier otro desde una curul en el cabildo. Además, no digamos mentiras. No sería un buen opositor. Se pasa de decente. Wilker Bautista sí aceptaría. Al fin y al cabo, no tendría otra escapatoria política de momento y le convendría al alcalde Gorky Muñoz tener un escudero en el Concejo que defienda sus obras cuando él ya no esté. Por cierto, yo del primer mandatario de los neivanos me hubiera preocupado más por tener un gran equipo de gladiadores en el Cabildo que un sucesor. De Jorge Andrés Gechem, Chicho Rodríguez y Amín Losada, no hablemos. No quedarán de segundos, no tuvieron el valor civil ni la humildad de unirse y su número de votos en las urnas será pobre. Tanto, que no les alcanzará- en el caso de Gechem- ni siquiera para intentar lanzarse a la Cámara. Una cosa es un político medido y otra con expectativa. Por cierto, ¿no será que los tres ya se unieron en silencio y bajo la mesa a Germán Casagua y su respaldo es no unirse y mantener el escenario político dividido para garantizarle al triunfo al que va primero en las encuestas? En política nada es descartable.