La Nación
Yaguá-Eté: conservación y educación ambiental 1 21 octubre, 2024
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Yaguá-Eté: conservación y educación ambiental

Yaguá-Eté, es un colectivo de jóvenes campesinos que le apuestan a la conservación y convivencia con el entorno biodiverso en fauna y flora que les ofrece las montañas en la vereda La Ilusión en Acevedo, Huila. Este grupo de monitoreo hará presencia en la COP16 que se inauguró ayer en Cali.

 

 

María Alejandra Ruiz Mallungo

@amperiodista

maria.ruiz@lanacion.com.co

 

Fabián Guillermo Cubillos Olaya, un apasionado defensor del medioambiente, es integrante del grupo de monitoreo Yaguá-Eté, (nombre que le daban las comunidades originarias al jaguar) ubicado en la vereda La Ilusión de Acevedo, en el sur del Huila. Su trayectoria en este campo comenzó en un entorno en el que la flora y fauna local son parte integral de la vida de la comunidad. A lo largo de su relato, Fabián revela la historia detrás de su trabajo en la conservación y monitoreo de la vida silvestre, así como la relevancia que estos esfuerzos tienen para la región.

“Fuimos los primeros en registrar al jaguar acá en el Huila. Hasta el momento hemos sido el único grupo que hemos podido registrar al jaguar”, afirma Fabián con mucho orgullo. Este logro, conseguido en julio de 2022, no solo es un hito para su equipo, sino también para la conservación de esta especie emblemática en el contexto del departamento de Huila, que cada vez se posiciona más como un territorio biodiverso.

Conexión con la naturaleza

La conexión de Fabián con la naturaleza se inició en su infancia, cuando desarrolló un interés particular por los animales y su comportamiento, reconociendo que todos compartimos el mismo planeta. “Desde muy pequeño me gustaba todo sobre el medioambiente, conocer a los animales, conocer sus comportamientos y convivir con ellos. Porque juntos compartimos el mismo territorio”, manifestó Fabián a LA NACIÓN.

Su compromiso se intensificó cuando se asoció con un amigo cazador que, tras un proceso de concienciación, decidió orientar su pasión hacia la protección de la fauna silvestre. Unidos, junto a otros miembros de la comunidad, comenzaron a implementar un programa de monitoreo que incluía el uso de cámaras trampa y la realización de salidas al terreno para observar a estos seres que hacen parte del entorno y del equilibrio natural.

En la actualidad, su trabajo se ha extendido a un proyecto de observación del Corredor Transandino Amazónico, donde han aprendido a usar profesionalmente las cámaras trampa de manera efectiva, a reconocer especies y a seguir sus senderos y huellas. Además, han implementado programas de educación ambiental, fundamental para crear conciencia en la comunidad sobre la importancia de conservar la biodiversidad y sus hábitats.

Turismo, conexión y conciencia

El enfoque del grupo de monitoreo Yaguá-Eté no se limita únicamente a la investigación; también han apostado por un modelo de turismo sostenible. Fabián describe este turismo como una oportunidad para que las personas se desconecten de la rutina diaria y se conecten con la naturaleza. La oferta incluye una caminata de aproximadamente seis kilómetros, donde los visitantes tienen la oportunidad de observar la rica biodiversidad: desde imponentes árboles y coloridas aves hasta rastros de monos y huellas de felinos. Asimismo, la quebrada Las Claras invita a los visitantes a disfrutar de sus refrescantes charcos y chorros, convirtiendo la experiencia en un ejercicio tanto de aventura como de terapia y sanación.

El objetivo del turismo que proponen va más allá del disfrute inmediato; buscan educar y concientizar a los visitantes sobre la necesidad de conservar el entorno. “La idea es que la gente disfrute de esto y se concientice un poco de que es mejor tener esto bonito y en su estado original; la idea es convivir con ello y conservarlo”, explica Fabián, enmarcando su visión en una filosofía de respeto y cuidado hacia la madre tierra o ‘pacha Mama’.

Asistentes a la COP16

Es precisamente esas iniciativas y trabajos dentro del entorno natural del Huila, lo que van a mostrar durante la participación de Yaguá-Eté, en la COP16, que dio inicio ayer en la ciudad de Cali. En esta cumbre climática, Fabián y su grupo mostrarán sus logros en el monitoreo de la biodiversidad y compartirán sus iniciativas de turismo responsable y educación ambiental. “Llevamos nuestros registros de foto trampeo y fotográficos y vamos a estar en el pabellón verde, vamos a escuchar y si podemos intervenir, hablaremos de nuestro trabajo”, anuncia Fabián, reconociendo la importancia de los grupos locales en la conservación del medio ambiente.

El grupo Yaguá-Eté está conformado principalmente por jóvenes campesinos que comparten la misma pasión por la naturaleza, aunque también han integrado a adultos mayores que, en su juventud, eran cazadores o taladores. Estos participantes aportan valiosos conocimientos empíricos sobre la fauna y flora del área, contribuyendo a una mayor comprensión del entorno y a la preservación de prácticas que promueven la sostenibilidad.

En medio de sus dinámicas de conservación, están trabajando en la implementación de granjas integrales, que buscan recuperar el concepto de las fincas tradicionales y fomentar la producción responsable mediante la creación de huertas orgánicas y abonos naturales.

“Se quiere convertir las fincas de los campesinos en granjas de la manera tradicional, donde se tenía de todo un poquito, además de la preparación de abonos orgánicos, para cuidar y conservar los recursos hídricos y la tierra. Se manejará también huertas orgánicas”, concluyó Fabián.