Con la participación de la Academia Huilense de Historia, se abre hoy el Centro de Historia en Yaguará, un espacio para la investigación y el aprendizaje sobre la región yaguareña y su importancia para el Huila.
María Alejandra Ruiz Mallungo
periodistamultimedia@lanacion.com.co
El municipio de Yaguará le apuesta a la investigación, con la instalación del Centro de Historia, en coordinación con la Alcaldía municipal y la colaboración de la Academia de la Historia Huilense.
Este territorio es uno de los lugares insignes de la región, por su riqueza agrícola, ganadera gastronómica, piscícola, turística, arquitectónica, y artística.
Es precisamente estas características lo que convierte al municipio en un lugar de gran interés investigativo e histórico.
“Yaguará estuvo entre los primeros municipios pioneros del Huila que desarrollaron la industria del arroz”, siendo tal su auge en el desarrollo de este producto que hasta “la década de 1980, estuvo entre los más importantes centros de producción del arroz y llegó a ocupar el tercer lugar de producción en el Huila”, comenta al respecto Andrés Ortiz Ardila, especialista en Gestión Cultural y contratista en el área de Fortalecimiento al Patrimonio Cultural adscrito a la oficina de Competitividad y Asuntos Sociales del municipio de Yaguará.
“Para el departamento, Yaguará ha sido uno de los motores del desarrollo. Durante la colonia por el motivo de la ganadería, Yaguará fue el mayor productor y fue conocido como la capital ganadera del Huila”, de esta actividad, desemboca la identidad más característica del municipio en la actualidad el ‘quesillo yaguareño’, que fruto de un accidente de cocina de doña Antonina Falla de Tavera, surge la fórmula de dicho producto que le daría fama nacional y se convertiría en uno de las actividades económicas más importantes del municipio.
Sumado a lo anterior y debido a la construcción de la Central Hidroeléctrica Betanía en el municipio se “generó un desarrollo a nivel energético, industrial y también de producción piscícola, Betania actualmente es el mayor productor de tilapia roja, en el Huila”, expone Ortiz, y enfatiza en que Yaguará “siempre ha estado presente en la historia del departamento, ha contribuido mucho el desarrollo económico, social y cultura del departamento”.
Contar nuestra historia
Para Martha Isabel Barrero, historiadora y vicepresidenta de la Academia Huilense de Historia, la importancia histórica que tiene el municipio para el departamento y en general, para la región sur de Colombia, radica “en la posibilidad de que la gente conozca la historia misma, a partir proyectos que inviten a investigar sobre la región”, por lo cual los Centros de la Memoria en los municipios en los que tienen presencia a los que se le suma el que abre hoy sus puertas a los yaguareños es el de “proporcionar apuestas a trabajar en torno a las diversas formas como podemos nosotros entender la historia de nuestra región”, como es el caso de Yaguará.
Además del Centro de Historia que se instala hoy en Yaguará, también se planea abrir otro en Rivera. “Nos interesa ir a donde exista gente que esté interesada en estas apuestas” y que además tengan un interés en trabajar organizadamente en torno a las iniciativas sobre la historia en las regiones.
Investigar la memoria
“Los centros de memoria municipales o regionales son la base de toda la investigación histórica, fundamentalmente dentro de la política de preservar la historia de cada uno de los municipios”, cuenta a LA NACIÓN el presidente de la Academia Huilense de Historia, Pedro Pablo Tinjacá, sobre la importancia del nuevo Centro de Memoria en el municipio huilense.
Estos centros se articulan con colegios para que docente y estudiantes puedan investigar y estudiar la historia, ya que según Pedro Pablo Tinjacá: “Es importante apoyar todo ese desarrollo buscando que la tradición oral, que es la que más hay, deje de ser tradición oral para poder escribirla y para poder hacerla pública”.
En el departamento existen otros centros de memoria en Gigante, Campoalegre, La Plata, Pitalito y Neiva. Aunque Tinjacá expone que “hemos tenido el inconveniente de que se han creado y se van diluyendo”, debido a la precepción, según él, errónea que se tiene, de que la historia es para “los viejos”, para lo cual la estrategia que se implementan al crear dichos espacios, es tratar de “demostrar de que (la historia) tiene que ser de los jóvenes para que se pueda reactivar, para que se mantenga en el tiempo”.
