Como era su deseo debido al profundo amor que tenía por su tierra, las cenizas de Camilo Cabrera Polanía retornaron ayer a su natal Yaguará, en donde familiares, amigos, la comunidad y las autoridades le rindieron un homenaje póstumo. El médico Camilo Cabrera, fallecido el pasado 14 de junio en Bogotá a los 91 años de edad, deja un legado en la medicina cardiovascular en Colombia. Junto a su hermano Reinaldo, fundaron la Fundación Cardioinfantil. ¡Su memoria perdurará por siempre!
Hernán Galindo
Nacido en Yaguará (Huila) el 3 de noviembre de 1932, Camilo Cabrera Polanía se destacó desde temprano por su pasión y dedicación a la medicina. Después de culminar sus estudios en medicina en la Universidad Nacional, realizó el fellow de medicina cardiovascular en el Texas Medical Center de Houston.
“Me pareció un milagro ver un corazón en las manos… y luego verlo parado… Y luego ver reactivada la contracción con choques eléctricos… Me fascinó… Me impresionó… Entonces fue cuando me entusiasmé por la cirugía cardiaca, que apenas comenzaba en Colombia o por lo menos en Bogotá”. Así, con pausada emoción, recordaba el doctor Camilo Cabrera Polanía, fundador y gestor con su hermano Reinaldo de la Fundación Cardioinfantil, FCI, en vida, aquellos segundos en que presenció por primera vez, desde el auditorio del hospital San Juan de Dios, una operación de ese órgano.
En 1973, regresó al país junto con su hermano Reinaldo Cabrera y crearon la Fundación Cardioinfantil, una institución que desde entonces ha sido sinónimo de excelencia y compromiso para la salud de la región en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares en niños y adultos, así como en la medicina de trasplantes, entre otras especialidades.
El legado del doctor Cabrera trasciende las paredes del hospital, un trabajo que ha beneficiado a innumerables pacientes y familias, inspirando a generaciones de profesionales de la medicina, quienes reconocen en él su visión y liderazgo. “Estamos profundamente entristecidos por la pérdida del Doctor Camilo. Su dedicación y humanidad han sido un faro para todos nosotros. Continuaremos su labor con el mismo compromiso y pasión que él nos enseñó”, señaló el Dr. Juan Gabriel Cendales, director ejecutivo de la Fundación Cardioinfantil.
El homenaje
Para dar cumplimiento a sus deseos, debido al arraigo y sentido de pertenencia que sentía Camilo Cabrera Polanía por su pueblo natal, su familia trajo sus cenizas, que fueron depositadas en las horas de la tarde de ayer en el Salón de Osarios del Templo Santa Ana de su natal Yaguará.
Previo a este acto, se realizó una marcha conmemorativa con la participación de la comunidad que expresó sus sentimientos de pesar por la partida del ilustre hijo de esta tierra. Finalmente, se efectuó una eucaristía en el Templo Santa Ana de Yaguará.
Uno de sus familiares, Carlos Cabrera, manifestó que asistieron a cumplir con la última voluntad de Camilo Cabrera Polanía, quien recordó que su vocación de servicio y el amor por la medicina, las mostró desde sus tiempos de estudiante en la Universidad Nacional.
“Cuando venía de vacaciones realizaba brigadas de salud en los barrios más pobres junto con su familia, lo que más tarde quedó reflejado con la construcción de la Fundación Cardioinfantil, en la que junto con su hermano se dedicaron al servicio de las comunidades más vulnerables”, expresó.
En la ceremonia de ayer, el alcalde de Yaguará, Lenin Alberto Trujillo González, destacó la vida y obra del médico cardiólogo, Camilo Cabrera Polanía.
“Hoy rendimos homenaje a un hombre cuya visión, dedicación y pasión han dejado una huella imborrable en el campo de la medicina y en los corazones de muchas familias del país y el mundo”. “El doctor Camilo Cabrera Polanía, yaguareño de nacimiento y corazón, uno de los creadores de la Fundación Cardioinfantil no solo fue un brillante cirujano cardiovascular, sino un verdadero visionario que transformó la atención médica en Colombia”, expresó el mandatario.
Y agregó: “En este día especial celebramos los logros del médico Cabrera Polanía, pero también su legado perdurable en Colombia y en nuestro departamento del Huila”.
“Gracias, doctor Cabrera Polanía, por su inquebrantable dedicación y su impacto perdurable en la medicina y en nuestras vidas. Por siempre usted seguirá siendo un orgullo para nosotros los yaguareños. ¡Que su legado perdure por siempre!”, concluyó.