LA NACIÓN, Neiva
Los gritos del huilense Jhon Mauricio Zamora pidiendo ayuda a los vecinos, no intimidaron al sicario que le propinó dos balazos a la altura de la cabeza y acabó con su vida.
El crimen del hombre ocurrió en su casa ubicada en la Calle 28 con Carrera 25 en el barrio Linares en el municipio de Santa Rosa de Cabal (Risaralda), el pasado martes en la noche.
El cuerpo sin vida de Zamora fue trasladado a la casa de su familia en el municipio huilense de Yaguará donde hoy en horas de la mañana serán las exequias.
El asesinato
El crimen del yaguareño ocurrió a las 11:00 p.m. del pasado martes, cuando Mauricio estaba solo en su casa.
Testigos relataron que el hombre se encontraba tomando cerveza y escuchando música, mientras su hija de 13 años permanecía en la casa de los vecinos, pues Mauricio estaba deprimido, porque al parecer había discutido con su compañera sentimental, Leidy Johana Vargas.
Ya entrada la noche, un sujeto golpeó la puerta, Mauricio abrió y al ver que un desconocido le estaba apuntando un arma de fuego, de un grito pidió ayuda a un vecino, pero el delincuente de inmediato disparó en dos ocasiones.
Estaba tendido
El amigo oyó el llamado de Zamora Segura, pero los tiros impidieron que saliera de la casa en su auxilio, lo único que pudo hacer fue esperar a que todo estuviera en calma y minutos después fue a ver qué había pasado, pero sólo encontró el cuerpo de Mauricio tendido en la sala.
Más tarde unidades de la Sijin llegaron al sitio a media noche y realizaron el levantamiento del cuerpo y a la vez realizaron las labores investigativas entorno al asesinato del yaguareño.
Fotos Q’hubo Risaralda