La Nación
Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Carlos Carrillo Arenas.
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Yo creo que la UNGRD está en riesgo de desaparecer: Carlos Carrillo

Ayer, en Neiva, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Carlos Carrillo Arenas, visitó LA NACIÓN y habló sobre la ‘cola’ que aún tendría el escándalo de corrupción que viene salpicando a varios dirigentes políticos. Dijo además que, en la Subdirección de manejo hay apenas $11 millones. “La realidad es que no tenemos plata”, afirmó.

Johan Eduardo Rojas López

Periodistamultimedia4@lanacion.com.co

Director, bienvenido. ¿Qué lo trae en esta oportunidad al Huila?

Hoy nos complace venir al departamento del Huila a entregar buenas noticias y a mostrar cuáles son los resultados de la gestión que hemos venido haciendo en mi administración como Director. Y es que hoy pudimos hacer la firma protocolaria de un convenio para comprar bancos de maquinaria amarilla de manera conjunta. La Gobernación pone $10.000 millones y nosotros ponemos otros $10.000 millones. Esto se hará a través de Colombia Compra Eficiente, con total transparencia y la idea también de sumar esfuerzos nos permite conseguir aún más maquinaria. Entre más compremos, pues mejores precios seguramente vamos a poder conseguir.

¿Cuándo se entregaría esa maquinaria?

En este momento el balón está en la cancha de la Fiduciaria La Previsora. Nosotros ya hicimos todo lo que nos correspondía en términos administrativos en la entidad; también ya lo hizo el Departamento y ahora necesitamos esperar a que la Fiduprevisora termine de perfeccionar esto. Yo espero que sea en un término muy corto, pero no puedo dar una fecha exacta porque no es ni siquiera mi decisión.

Cambiando de tema, hablemos del escándalo de corrupción, ¿en qué va?

Yo insisto en que este es un gran escándalo de corrupción que le ha hecho mucho daño al Gobierno Nacional, pero a diferencia de lo que ha pasado con otros, este si ha tomado decisiones concretas para que eso no vuelva a suceder. La clase política colombiana sigue teniendo un enorme poder y siguen saqueando el Estado; la prueba de ello es la UNGRD porque es que no es solamente Olmedo López, sino que él casi que hace un empalme con la administración que venía del gobierno pasado y siguen haciendo exactamente lo mismo. Yo lo he dicho muchas veces, lo de la maquinaria amarilla eso es centenares de veces lo de los carrotanques. Esa gente metió la mano en todas partes.

¿La corrupción estaba enquistada en la Unidad?  

Cuando usted ve la Unidad, en donde quiera que ponga el dedo sale pus y eso venía siendo así desde siempre, y era además, un comodín burocrático porque es una entidad que tiene una enorme capacidad de tener incidencia en los territorios, entonces, pues los gobiernos lo utilizaban así. Eso se acabó y la decisión del Presidente de ponerme ahí es para eso. A mí no llega un Senador a entregarme una hoja de vida; se mueren de miedo.

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¿Entonces, ustedes no han metido a “su gente”?

Cosa que además pues obvio que nosotros debemos gobernar con perfiles técnicos, capaces y probos que cumplan con todas las condiciones, pero no tenemos la obligación de contratar a nuestros enemigos, pues ni más faltaba. A nosotros nunca nos han dado la oportunidad de estar en el Ejecutivo porque éramos de otro sector político. Obviamente las personas del Pacto Histórico trabajan con nosotros, pero la transacción burocrática es lo que está mal. Eso es lo que se acabó, o sea aquí nadie llega a pedir nada. La Unidad no se va a utilizar, mientras yo esté sentado en esta silla, para hacer ningún tipo de transacción burocrática.

Y ¿este escándalo todavía tiene ‘cola’ que le ‘pisen’?

Yo creo que sí hay cosas que hacen falta, creo que estos señores no están diciendo toda la verdad. Yo creo que estos señores tienen jefes políticos que no quieren mencionar bien sea por temor a sus vidas, o por lealtad, pero yo sí creo que el país tiene derecho a saber toda la verdad de lo que pasó acá, justamente para que no se repita.

Pero, el jefe y además amigo era el presidente Gustavo Petro, ¿Usted se refiere a él?

El señor Presidente era el jefe directo de Olmedo, pero las jefaturas políticas son mucho más complejas que eso y Olmedo lo primero que hace cuando vuelve a dar declaraciones públicas es decir que el señor Presidente no tenía conocimiento de lo que él estaba haciendo e incluso le pide disculpas y yo creo que eso es verdad. Lo que no creo que sea verdad es que ese enorme entramado de corrupción lo hayan echado a andar Olmedo, Sneyder y ya; esa es una fábula imposible de creer. Ahí hay mucha más gente metida y además Olmedo era un politiquerastro de Antioquia, sin mayor vuelo. La duda es ¿Quién estuvo detrás?

¿Eso jefes serían personas del Pacto Histórico que puso el Gobierno?

Sabe que yo creo que son de distintos sectores políticos, porque es que lo que se ve ahí es justamente cómo a la hora de repartirse el botín, lo que menos importa es la ideología.

Teniendo en cuenta que usted dice que aún falta verdad, ¿cómo está la UNGRD en este momento?

Mi vida es de golpe en golpe. Soy como un boxeador. Mantener la misionalidad andando es muy difícil y lo hemos logrado, pero el desgaste de tener una entidad que es permanentemente blanco de todo tipo de ataques hace que el funcionamiento de la entidad se dificulte. Por ejemplo, siempre que hay un problema a quien se responsabiliza es a la Unidad, así haya 10 sectores más ahí metidos, pues porque es el trompo de poner y para solucionar esto vamos a tener que tomar decisiones de fondo. Yo no tomo esa decisión, eso lo tiene que hacer el señor Presidente.

El director de la UNGRD con el periodista de LA NACIÓN, Johan Rojas.
El director de la UNGRD con el periodista de LA NACIÓN, Johan Rojas.

Pero, ¿Cuáles serían esas decisiones de fondo?

Una reestructuración, una fusión o una liquidación de la entidad.

¿Entonces la Unidad estaría en riesgo de acabarse?

Yo creo que la UNGRD está en riesgo de desaparecer dentro de ese agujero negro porque de aquí a una década vamos a seguir lidiando con estos problemas. Es que los problemas son de largo aliento. Yo vuelvo a lo de la maquinaria amarilla, vea, la Unidad queda en Bogotá, cerca del aeropuerto, en un lugar muy bonito que se llama Connecta, entonces ahí usted tiene los cafés y está la gente tomando Chai latte de leche de almendras en Starbucks, todo muy sofisticado. Usted sale de la oficina y llega a la plazoleta, y llegan contratistas diciendo que les debemos muchos millones, o sea, esto es insostenible y en el momento en el que yo me vaya de la dirección quien venga va a tener que asumir los mismos problemas y eso simplemente no puede seguir así.

¿Usted tiene contemplado salir de la dirección pronto?

Yo no tengo intención de salir de la dirección y en esto sí quiero ser enfático. Mis malquerientes dicen que yo estoy haciendo campaña al Senado y eso es absolutamente falso. Yo no tengo ninguna intención de tener una aspiración política en el 2026. Yo tengo demasiado en mi plato, o sea, este problema que me puso el señor Presidente gracias a la confianza que depositó en mí, es un problema demasiado grande. Este es el rompecabezas más difícil de resolver y es un reto además personal. Yo no tengo ninguna intención de renunciar.

Hablemos del presupuesto ¿Cómo se modificaría?

Pues justamente empezamos esa discusión. Eso está en este momento en las comisiones económicas del Congreso. A ver, la oposición siempre funciona de la misma forma, ese cuento de que la oposición constructiva es carreta; la oposición es oposición, no importa lo que haga quien está gobernando, ese sector político no lo va a reconocer. Eso es lo que hace hoy la derecha que nunca va a reconocer nada de este Gobierno.

Pero, cuando llegue la discusión del presupuesto al Congreso esos sectores políticos deberían entender que privar de recursos a la Unidad no es hacerle un daño al Gobierno, sino es hacerle un daño a los ciudadanos que pueden ser incluso ellos mismos porque una calamidad afecta a todos por igual. Espero que el Congreso no vaya a desfinanciar a la entidad usando como excusa; lo que pasó con Olmedo López que se va a ir a la cárcel y no tendría por qué afectar la asignación de recursos.

¿Cuáles son sus prioridades presupuestales?

Nosotros necesitamos un presupuesto grande para invertirlo en mitigación del riesgo y en conocimiento del riesgo; esas son nuestras prioridades y eso debe quedarle muy claro al Congreso de la República. La que yo considero es la más importante de todas las ramas de la gestión del riesgo en Colombia es el conocimiento del riesgo y es en la que menos se invierte. El desmantelamiento de los institutos de conocimiento en el país es evidente.

¿Con cuanto recursos cuentan hoy?

En la Subdirección de manejo hay hoy $11 millones, en la cajita. Eso no quiere decir que nosotros no podamos mover dinero de un bolsillo a otro. Eso es muy grave, o sea, yo no quiero morigerar la gravedad de esto. La realidad es que no tenemos plata.

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Volviendo al Huila, usted ha hablado de proyectos en el Huila que fueron suspendidos de manera inexplicable, ¿qué hay de fondo?

Pues bueno, un proyecto que logramos destrabar rápidamente es el de Santa María que estuvo inexplicablemente detenido durante muchos meses y realmente nosotros no encontramos una razón por la cual se detuvo eso. El Director anterior (Olmedo López) decía que no le gustaba la interventoría. Fue una decisión caprichosa, pero yo aquí quiero enfatizar algo y que lo he dicho desde que llegué a este cargo y es que la gestión del riesgo no puede tener ningún tinte político. Lo digo yo que soy político y que no soy un político vergonzante. O sea, aquí no se trata de que yo diga: ¡Ay no, me volví tibio! No, yo sigo creyendo en lo que sigo creyendo y cuando vuelva a la arena política electoral, pues seguramente me verán tirándole arena a los ojos a alguien, pero en el caso de la administración pública cuando se está en el Ejecutivo y cuando se está a cargo de un tema tan delicado como la gestión del riesgo no puede existir de ninguna manera una transacción política para echar a andar los proyectos.

¿Preocupa el tema de las interventorías?

A mí me preocupa mucho el tema de las interventorías. Nosotros vamos a buscar entregarle la mayoría de las interventorías a universidades públicas o a interventorías de reconocida trayectoria porque muchas veces lo que se ve es que hay un relacionamiento un tanto perverso y un tanto oscuro entre contratistas e interventores.

Pero en general, ¿encontró bien el Huila?

De verdad es destacable la importancia que le da el Huila a la acción del riesgo y creo que es importante mencionarlo: nos acaban de entregar el Plan Departamental de Gestión del Riesgo actualizado y es un trabajo muy profesional, muy bien hecho en tiempos. Creo yo con profesionalismo y con rigor técnico. Eso debería ser un ejemplo para todos los departamentos del Huila.

¿Qué es lo que sucede realmente de fondo con la Fiduprevisora?

Nosotros no sabemos si la Fiduciaria realmente está poniendo al frente de este negocio a la gente que debe, pero lo cierto es que un contrato se puede quedar allá paralizado meses; lo devuelven porque sí o porque no, hay toda suerte de, en mi opinión, excusas para para dilatar los procesos y, por el contrario, otros procesos como el de los dichosos carrotanques sí sale de forma expedita. Yo sí creo que hay que investigar a fondo tanto lo que ha pasado en la Unidad como lo que puede haber pasado en la Fiduprevisora a lo largo de todos estos años de relación porque ha sido más de una década de relación en la que la Fiduprevisora no ha sido un simple y modesto pagador, pues casi que tiene poder de veto, tiene mucho juego dentro de ese pinponeo. Hoy está acéfala, no hay Presidente en propiedad y nos está generando unos retrasos bien graves.

Para finalizar, ¿Entonces ustedes están atados?

Sí, estamos atados a una empresa que si bien es propiedad del Estado actúa como un privado que tiene a uno de sus mejores clientes sometido, arrodillado y doblegado, sin capacidad alguna de decirle “bueno señores o ustedes hacen su trabajo bien o nosotros nos vamos ahora”. Nosotros hoy tenemos 200 contratos represados en la Fiduciaria de La Previsora. También creo que hubo pecados allí.